martes, 10 de septiembre de 2013

Evaristo Guerra

También Malagueño, también de Vélez-Malaga, esa capital de la Axarquía, especialista en producir monstruos de la talla de María Zambrano, Paco Hernández o, en este caso, Evaristo Guerra. Nada que decir que no se haya dicho ya de quien ha creado un estilo propio e inconfundible, aplaudido por todos. Desde ese primer paisaje que dejó a secar y recuperaría décadas después (pero como diría Michael Ende, esto es otra historia, y ha de ser contada por Lola), pasando por las maternidades que susurraban los contornos de su madre tempranamente fallecida, hasta el día de hoy, en que nadie custiona su grandeza. Como pintor y como persona, pues pocas veces he conocido a un artista más cercano: hay que ser muy grande para permitirse ser humilde. Espero que sigamos hablando muchos, muchos años, ahora que te he encontrado, amigo mío (y de mi padre antes que yo).
Sus felicitaciones de Navidad se han convertido en un "must", que dirían los franceses, en todo hogar conocido. Si bien comenzó con obra original individual (como esta, rescatada de 1980), desde hace dos décadas intercambia un original hecho para la ocasión por un texto confeccionado, también ad hoc, por un grande de las letras, desde Anson hasta Cela, que se reproduce y envía por su más diligente y eficaz colaboradora.
Naranjo en sinfonía de azules. La maravilla en formato pequeño con que conocí a Evaristo. 2009
Recien adquirido en subasta. Este "cercados", de principios de los 70 y 80 por 65 ctms, auna los diversos elementos mas caracteristicos de la pintura de Evaristo
 
Una curiosidad de la biblioteca de Encarna Sánchez -nuestra Encarna de noche, la de la empanadilla de Móstoles- dedicada por Evaristo en su libro de 1995.
La delicadeza que tuvo con éste su amigo al enviarme a través de Lola, debidamente dedicado y con un maravilloso dibujo, su último catálogo.

Otra amable muestra de amistad en el primoroso libro sobre su obra "4 Décadas con la Pintura"
Si hay un tema típico en Evaristo, además de los árboles, es su añoranza por su Velez natal. En esta respresentativa obra encontramos ambos temas, clara y magistralmente plasmados